Pregunta a cualquier habitante de Arizona cómo puede soportar el calor del verano, e invariablemente te dirá que vive allí durante los gloriosamente suaves y soleados meses de invierno y primavera. No hay mejor época para salir a explorar los parques estatales de Arizona, tanto si buscas excursiones de un día, lugares históricos, acampadas o actividades acuáticas.
Esta historia ha sido creada en colaboración con Arizona State Parks and Trails.
Parque Estatal de Buckskin Mountain
Enclavado a orillas de la Parker Strip del río Colorado, este parque es un paraíso para los amantes del agua. Las zonas de acampada junto a la playa ofrecen oportunidades inigualables para la navegación, el surf de remo, la pesca y la observación de aves, mientras que las montañas circundantes ofrecen excelentes oportunidades para el senderismo. El sendero Lightning Bolt Trail, de 800 metros, es conocido por sus floraciones primaverales de flores silvestres, ya que asciende por encima del río y ofrece vistas panorámicas del río y más allá. A lo largo de los senderos Copper Mines y Lamb Springs, los excursionistas pueden echar un vistazo a la historia minera de la zona, ya que los senderos serpentean junto a un puñado de minas abandonadas mientras disfrutan del paisaje.
Parque Estatal del Lago Álamo
El lago Alamo es muy conocido entre los pescadores de lubina y los observadores de aves, pero lo que distingue a este parque es su lejanía. A casi 65 km del pueblo más cercano (y de las luces de la ciudad), es el lugar perfecto para que los astrónomos aficionados y los observadores de estrellas desplieguen una manta y contemplen el cielo nocturno. Siéntete libre de dormirte bajo las estrellas, pero si quieres una cama caliente, da por terminada la noche y retírate a una de las acogedoras cabañas junto al lago.
Parque Histórico Estatal de Jerome
Encaramada en lo alto de Cleopatra Hill, Jerome es una de las ciudades fantasma más emblemáticas de Arizona. Durante su apogeo en la minería del cobre, fue la cuarta ciudad más grande del estado, aunque ahora sólo alberga a unas 450 personas (vivas). Conoce el auge de la ciudad y su posterior caída entre las paredes de la emblemática Mansión Douglas, que ahora es un museo dedicado a educar a los visitantes sobre la rica historia minera de la ciudad. Tiendas, estudios de artistas y bodegas han sustituido a los bares clandestinos y burdeles de la parte alta de la ciudad, que puedes explorar a pie mientras contemplas las espectaculares vistas del Valle Verde y los Picos Kachina al norte.
Parque Estatal de Tonto Natural Bridge
Obra de más de 5.000 años de erosión, se cree que el Puente Natural de Tonto es el mayor puente natural de travertino del mundo, con 55,8 metros de altura. Este lugar de fácil acceso ofrece a los visitantes la oportunidad de descender a pie hasta el túnel de 122 metros de largo o verlo en todo su esplendor desde los miradores. La zona es de uso exclusivo diurno, pero es una parada pintoresca para hacer un picnic.
Parque Estatal Lost Dutchman
No es de extrañar que algunas de las historias más pintorescas del Oeste provengan de las Superstition Mountains. Sería de tontos creerte la mitad, no vaya a ser que corras la misma suerte que Jacob Waltz, el «Holandés Perdido» del parque. Acabó (como muchos otros) buscando oro en estas escarpadas montañas. Aunque afirmaba haber encontrado la mina «perdida», su historia es casi tan grande como las imponentes formaciones rocosas, que son el verdadero tesoro. Para un paseo fácil a la sombra del inminente Superstition Peak, aprende sobre la flora y la fauna del Desierto de Sonora en el Sendero de Plantas Autóctonas. Los excursionistas que busquen una excursión más difícil no querrán perderse la Siphon Draw Trail, un sendero de ida y vuelta de 6 km que termina en un gigantesco anfiteatro de rocas. Los excursionistas serios (que estén muy preparados) pueden continuar después de Siphon Draw por una ruta extremadamente empinada, extenuante y sin señalizar que lleva a la cima de The Flatiron, donde encontrarás las mejores vistas del Valle del Sol.
